El automóvil y los sistemas que lo forman.

Nuestro automóvil: aprender sobre su funcionamiento nos ayudará en su mantenimiento.

Desde el punto de vista mecánico, automóvil significa que se mueve por sí mismo, y se aplica para vehículos que se desplazan mediante la fuerza suministrada por un motor.

Para poder desplazarse con seguridad, el automóvil necesita de la participación de una serie de sistemas mecánicos que realizan funciones diversas. Ha de tener un sistema que proporcione energía de desplazamiento (motor) y un sistema que traslade (transmisión) los elementos que hacen contacto con el suelo (ruedas), aquellos que a través de su adherencia a la calzada proporcionan el movimiento al automóvil.

También ha de tener otras cualidades como estabilidad y comodidad (suspensión), debe poder ser dirigido por la trayectoria deseada (dirección) y poder aminorar la velocidad, ser detenido y permanecer inmovilizado (frenos), cuando sea necesario.

Los sistemas que intervienen en todo el proceso son:

  • La estructura metálica, compuesta por el bastidor y la carrocería.
  • El motor, con los subsistemas de distribución, alimentación, lubricación y refrigeración.
  • El equipo eléctrico, que lo componen: la batería, generador, motor de arranque y accesorios.
  • La transmisión, compuesta por el embrague, la caja de velocidades, el diferencial y los palieres.
  • Las ruedas, que están formadas por las llantas y los neumáticos.
  • La suspensión, con los muelles, barras estabilizadoras y amortiguadores.
  • La dirección, compuesta por el volante, columna de dirección, engranaje y acoplamientos.
  • Los frenos, con el mando, circuito y elementos que actúan en el frenado.

Fuente: Andrino, Juan Antonio. Mecánica y entretenimiento simple del automóvil. Ministerio del Interior y Dirección General de Tráfico. España, 2016.

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