AQUAPLANING
Aprendamos más de un fenómeno frecuente, muy peligroso, pero poco conocido. Esta nota puede salvarte la vida.
El «aquaplaning» es la situación en la que un vehículo atraviesa en la carretera a cierta velocidad una superficie cubierta de agua en unas circunstancias que provocan la pérdida de control del vehículo por el conductor.
Cuando existe una capa fina de agua en la carretera, el vehículo no ve alterada su marcha gracias al perfil de los neumáticos, que van expulsando el agua hacia los lados de forma que las ruedas no pierden el contacto con la calzada.
Si la capa de agua es relativamente gruesa, de forma que la superficie cubierta de agua tiene las características de un charco, las ruedas del vehículo que pasa a cierta velocidad por ese lugar, se hundirán en el agua y seguirán en contacto con la calzada, aunque el agua actuará como elemento de frenado sobre las ruedas. El vehículo perderá algo de estabilidad, pero seguirá siendo controlable por el conductor.
Sin embargo, el peligro surge cuando el vehículo atraviesa una superficie de agua delgada, pero no tanto como la descrita en el primer caso, en el que los neumáticos expulsan el agua. En esta situación la capa de agua supera el grosor en que los neumáticos aseguran la adherencia, de forma que el vehículo, si pasa por ese lugar a una cierta velocidad, pierde el contacto con el suelo y patina. El conductor no es capaz de controlar la dirección, de forma que se produce normalmente un accidente, que en muchas ocasiones es grave.
Se trata por tanto de un fenómeno que se produce cuando el neumático es incapaz de evacuar el agua que se interpone entre el y el suelo. Como consecuencia, el neumático pierde el contacto directo con el suelo, desaparece la adherencia y se produce el patinamiento. Este límite se puede alcanzar por diversas circunstancias, especialmente por la combinación de un dibujo escaso o inadecuado, una capa de agua escasa sobre el asfalto y una velocidad excesiva.
Cuando se alcanza el aquaplaning, el neumático «remonta» la ola que forma ante sí cuando rueda, despegando del suelo y rodando sobre un deslizante colchón de agua que no consigue romper ni desplazar. No hay que confundir el aquaplaning con la diferente adherencia de la goma con el asfalto seco o mojado. Cuando se produce el aquaplaning, la rueda no toca el suelo, sino que se sube a la delgada película de agua como una plancha de surf sobre una ola. La adherencia entre la tabla de surf y el fondo es equivalente a la que presenta el neumático con el suelo. La diferencia consiste en que el surfista puede dirigir la tabla con su cuerpo, pero, en el caso de un vehículo, sólo queda esperar a que el neumático «aterrice» y vuelva a recuperar la adherencia antes de que el conductor pueda perder el control.
Así que si conduces bajo la lluvia ten mucho cuidado.
Fuente: http://www.editorialmeta.es/libros/extremadura/oficiales-conductores-extremadura-temas-15-28-paginas-de-prueba.pdf
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