La presión de las llantas: su importancia.
El inflado de los neumáticos y el mantenimiento de los mismos es más importante de lo que sospechamos.
En este tema es prudente remitirse al manual del fabricante del vehículo o a lo indicado en normas o manuales de los fabricantes de neumáticos, para saber la presión correcta para cada condición de uso.
Un error frecuente es reducir la presión de los neumáticos cuando se realizarán largos recorridos porque “se van a calentar” en la ruta y la presión volverá a subir.
La calibración y el inflado se debe hacer en «frío» (o luego de un rodaje muy corto) y con la presión de acuerdo a la carga portante por cada eje, y en caso de viajes prolongados por carreteras se debe aumentar la presión de acuerdo a lo indicado en normas o manuales de recomendaciones de los fabricantes de neumáticos.
Por la temperatura generada en el rodamiento esa presión va a aumentar más y es un fenómeno físico correcto.
No se debe bajar la presión.
En un lado del neumático, se encontrará información relativa a la máxima presión de inflado permitida para ese neumático en particular.
Algo al respecto de los calibradores de presión:
Estos son instrumentos de medición y como tales con el tiempo pierden su calibración. Es decir que su medición se aparta del valor real, por lo tanto hay que reajustarlos y hacerles mantenimiento, en su caso. Esta recomendación es en particular a las empresas transportistas y a aquellas que poseen flota automotor propia bajo programas de mantenimiento internos.
Para los usuarios de automotores propios siempre es aconsejable recurrir a un sitio de confianza para verificar la presión de los neumáticos.
Tener presente que:
- Una presión insuficiente no solo atenta contra la seguridad vial sino que además provoca un consumo de combustible extra y atenta contra el medio ambiente.
- La baja presión daña los neumáticos.
- Se debe chequear la presión regularmente (por lo menos una vez por semana).
Fuentes: fotografía – www.atraccion360.com
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